Solaris – La incomunicación entre especies inteligentes

Los extraterrestres dentro de la ciencia ficción son el reflejo del comportamiento humano, ya sea una idealización, o mostrar lo peor del ser humano. Pero, ¿Cómo sería un extraterrestre totalmente distinto al comportamiento humano? Solaris de Stanislaw Lem, es lo más cercano que hay dentro de la ciencia ficción, donde lo único que tenemos en común es la incapacidad de comunicarnos.

Sinopsis

El psicólogo Cris Kelvin es enviado a revisar el estado mental de los tripulantes de la estación espacial de Solaris, un planeta que aparentemente presenta vida inteligente. Al llegar no lo recibe nadie, a duras penas logra hablar con uno de ellos, quién le advierte sobre los extraños visitantes que aparecen en la estación. Después de una siesta, Kelvin se despierta a lado de Harley, su esposa muerta… o algo que se parece a ella.

¿Qué es Solaris?

El tema central de la novela es Solaris, un planeta con la capacidad de manipular su órbita a voluntad y estar compuesto por un océano protoplasmático, donde se forman enorme estructuras que terminan disolviéndose, tales como: Los mimoides; estructuras que replica todo a su paso, las simetriadas; cuya geometría parece estar fundamentada en una matemática que el ser humano no puede comprender y las asimetriadas, que desafían toda ley física. Los tres fenómenos (y muchos más) registrados tienen algo en común. No se sabe su propósito.

Antropocentrismo

El Antropocentrismo es algo muy común dentro de la ciencia ficción,
consintiendo en plasmar el comportamiento humano en otras especies inteligente. Solaris parece alejarse de la norma, describiendo una forma de vida sin ningún rastró de humanidad.

Cuándo uno piensa en vida inteligente, no piensa en un océano de baba. ¿Quién dijo que nuestra forma de conciencia, es la única en el universo?  

Aquello no es fácil, no es como si pudiéramos hacer contacto con otra forma vida en el universo y nos contara como son. Pero Stanislaw Lem encontró una forma de describir un alienígena que no fuera otro reflejo de la humanidad. Haciendo que el rasgo principal de Solaris fuera su incapacidad de comunicarse con otra forma de inteligencia, esta idea es la que fundamenta la novela.

Incomunicación

Solaris es una novela sobre la incomunicación, desde los debates dentro de la comunidad científica, quienes no llegan a estar de acuerdo sobre lo que es Solaris. La incomunicación que hay entre los personajes, y sobre todo, la incomunicación entre la humanidad y Solaris.

Gran parte de la novela gira en torno a las investigaciones sobre qué es Solaris. Hay capítulos enteros del protagonista leyendo libros sobre el tema, desde el descubrimiento del planeta, los debates sobre su «vida» e «inteligencia», hasta los distintos fenómenos que manifiesta. Tal vez no parece una lectura muy emocionante, pero en esas investigaciones, se puede ver los intentos de la humanidad en comprender otra forma de vida inteligente.

A pesar de contar con las mejores mentes y décadas de trabajo duro para comprender a Solaris, no se logra. Ya que el poder establecer un contacto con otra forma de conciencia, significaría resolver uno de los mayores misterios del universo. ¿Qué es la conciencia?

La novela nos hace reflexionar sobre qué es la vida inteligente

Los visitantes

Los intentos de comunicación no es en un solo sentido. Solaris también intenta hacer contacto con la humanidad, pero es mucho más complicado que mandar señales de radio o humo. Solaris tiene la capacidad de proyectar parte del subconsciente de los tripulantes, «Los Visitantes».

Tal es el caso de Harley, quién es la proyección de parte del subconsciente de Kelvin. No es un fantasma del pasado que buscan algo desde el más allá. Aquello significaría que Solaris sería capaz de comprender los recuerdos para poder recrearlos. Cosa que es incapaz. Los visitantes son una mala mímica, una interpretación que tiene Solaris sobre la mente humana.

Aquello no lo hace más sencillo para nuestro protagonista, quién después de sentir un enorme rechazo a esa imitación de Harley, le llega a tomar cariño. No como el recuerdo de su esposa, sino, como una persona diferente. En cuanto a Harley, se da cuenta que no es humana, y tratará de comprender que significa el ser humano.

El problema de comunicación es mostrado a través de estos personajes

No digo más por que la historia que tiene ambos personajes (y los otros tripulantes) es de lo mejor de la novela.

El Dios imperfecto

Al final de la novela, Kelvin hace una analogía sobre esa incomunicación, comparándolo con un dios imperfecto. No como el dios abrahámico o los dioses griegos, sino, un dios imperfecto por definición. Que dentro de su “omnipotencia» y «omniciencia” esté limitado, y no sea consciente de esa limitación. Tal como lo dice en la novela:

Un dios capaz de crear relojes, pero no el tiempo que miden

Solaris – Stanislaw Lem

Ese dios imperfecto es la humanidad, que a pesar de su aparente omnipotencia, sus deseos son mucho mayores que sus capacidades.

También podría ser la ciencia, la cual es elevada al nivel de un dios. La ciencia ficción por décadas ha alimentado esa idea, ya saben, con trabajo duro e investigación, todo es posible. Siendo la única limitante nuestra moral, o como utilizamos la bendita ciencia.

Solaris se aleja de esa idea, mostrando un misterio que no puede ser resuelto, no por falta de recursos o esfuerzos, sino, que simplemente hay cosas que nuestra ciencia no puede explicar. Sé que parece algo dicho por un fanático religioso, nada más alejado de la realidad. Aquella postura nos invita a ver a la ciencia como lo que es, una herramienta, la cuál tiene sus limitantes y estar consciente de estas nos ayudará a utilizarla mejor.

Conclusión

La novela descostruye la ciencia ficción, tópicos como los extraterrestres humanizados, el hombre como el amo y señor del universo, y la omnipotencia ciencia, son puestos en duda. Pocas novelas se puede ver lo vulnerable que es el ser humano ante el cosmos y nos invita a reflexionar sobre ello.

No necesitamos otros mundos. Necesitamos espejos. No sabemos qué hacer con los otros mundos. Un sólo mundo, el nuestro, nos es suficiente; pero no podemos aceptarlo tal y cómo es. Estamos buscando una imagen ideal de nuestro mundo

Solaris – Stanislaw Lem

La incomunicación con Solaris puede parecer pesimista. Sin embargo, hay otro rasgo que nos hermana. La Curiosidad. Solaris a pesar de su incapacidad de comprendernos, sigue intentado. Tal vez ese sea lo que una a toda vida en el universo.

Sé que he destripado la historia, aún así los ánimos a leer la novela. Hay muchas cosas que me he guardado, como la psicología de los personajes. Si buscas una novela distinta a toda ciencia ficción y que te haga reflexionar sobre la vida inteligente y su lugar en el universo, te invito a sumergirte en las oscuras aguas de Solaris.

Un comentario en “Solaris – La incomunicación entre especies inteligentes

  1. “Solaris se aleja de esa idea, mostrando un misterio que no puede ser resuelto, no por falta de recursos o esfuerzos, sino, que simplemente hay cosas que nuestra ciencia no puede explicar.” En cierta manera, la religión trataba de explicar ese misterio, esa realidad(o sobrenatural no es más que lo no explicable, después de todo) que nunca será entendido ni comprendido por los seres humanos, pero que sentían que había algo más allá de sus narices. Nuestra sociedad, desde la Ilustración, cree que es capaz de descubrir el misterio, lo que no podría ser explicado. En esa esperanza, vieron la ciencia como una forma de entenderlo todo, pero a medida que ha avanzado más y más no han encontrado más que preguntas y más preguntas. Después de todo el mundo es demasiado complejo para nosotros.
    Curioso que un autor de ciencia ficción ha llegado a conclusiones parecidas, eso me motiva más para leerlo. Buen artículo, en todo caso.

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